martes, 24 de mayo de 2011

Este Pueblo Necesita Un Muerto

 “Este Pueblo Necesita un Muerto”
 “La perfección de la propia conducta estriba en mantener cada cual su dignidad sin perjudicar la libertad ajena.” Sir Francis Bacon.
La cultura de la región del choco se ha caracterizado en su mayoría por ser machista y tener una tendencia tradicionalista, es una cultura que es muy aferrada a sus costumbres y a sus raíces africanas.
En medio de toda esta riqueza cultural, nace un hombre, a quien llaman Jesús Emilio, pero; aunque sus genes dicen 46, XY, es decir, un ser humano de sexo masculino, su alma le dice que debió haber sido 46,XX, es decir, una mujer de pies a cabeza.
Jesús Emilio, comienza  entonces una lucha interna, entre quien desea ser y quien aparenta ser, y como si no fuera suficiente dolor y sufrimiento, descubre que está enamorado de su hermano mayor, quien siempre representó una figura de masculinidad típica de la cultura chocoana, siempre lo admiro de pequeño e buscaba imitar todo lo que él hacía sin darse cuenta que lo que encontraba en él era una atracción.
Cuando crecemos, debemos escoger cual será nuestra forma de sustento, en que momento nos iremos de la casa de nuestros padres, entre otras varias decisiones importantes, pero para Jesús Emilio, fue diferente, decidió que era suficiente y se convierte en quien la naturaleza le negó ser, se convierte en Stefany, aunque las consecuencias no fueran otras sino soledad, rechazo y más dolor, no solo por su homosexualidad, sino también por lo que ella misma expresa, tener que ser “ Negra, pobre, travesti y fea” y es que a todos nos han enseñado que “ no hay negros maricas”.
Stefany encontró su refugio en los rezos, en los alabaos y en los cantos que curiosamente hablan de la muerte y de la vida en el “ más allá”, es que vivir como ella lo hace, es estar muerto en vida, no solo por su condición de travesti, sino porque además sabe que a ella se le fue negado el derecho a ser amada, el derecho a convivir con alguien mas que no sea su mamá y su hermano que ahora deben vivir resignados y aceptar de la mejor manera que Jesús Emilio, murió, que ahora quien está ahí es Stefany.
Pero ¿Quién dijo que no se puede ser diferente? ¿Quién dijo que no tenemos derecho de buscar nuestra propia felicidad? Por años nos han enseñado que solo podemos formar pareja con una persona del sexo opuesto, que las mujeres están destinadas a ser esposas, madres y amas de casas y que el hombre debe ser esposo, padre y quien mantiene a la familia; pero poco a poco van surgiendo seres humanos que se oponen a seguir este condicionante social y deciden que ese no es su rol, que son diferentes y que prefieren vivir en soledad que negarse a si mismos quienes son en realidad y es que no hay conflicto mas grande que libre el ser humano, que el que libra contra sí mismo. La libertad según la Real Academia de la Lengua es definida como: Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos; en cambio Abraham Lincoln aseguró que “El hombre nunca ha encontrado una definición para la palabra libertad.”  Alguien se atrevió a escribir que “…la incomprensión ajena es natural, no es necesario que todo el mundo nos comprenda, basta que nuestra conciencia no nos repruebe.”  Y es que debemos dejar de vivir para complacer a los demás y empezar a pensar en lo que queremos nosotros, en que es bueno para mí y no para quienes me rodean.
Nos hemos pasado la vida escondiendo aquellos aspectos de nuestra personalidad que la sociedad considera inaceptables, y rechaza a quienes deciden no hacerlo, los delimita y los hace a un lado. Nos hemos pasado la vida dándole gusto a los demás, haciendo y diciendo lo que es apropiado. Pero la verdad es que hay aspectos de nuestra vida y de nuestra forma de ser que nos innegables.
“¿Qué es lo que define al ser humano? No los instintos o nuestra dotación genética, tan semejante a los otros animales, sino nuestra capacidad de decidir e inventar acciones que transforman la realidad…y a nosotros mismos…Esa disposición, llamada “libertad”, es nuestra condena…”[1] Este apartado de Fernando Savater nos hace un llamado a asumir una posición critica frente a nuestra realidad, frente al como estamos asumiendo cada uno de los aspectos que componen nuestra sociedad, a que nos apropiemos de nuestra libertad de criterio, a no hacer las cosas simplemente por seguir la corriente. “… el valor de la vida, de la libertad, de la dignidad y del goce de los hombres está en manos de éstos y de nadie más…”[2]

 


[1] El Valor de Elegir. Savater, Fernando. 1ra Edición. 2003. Editorial Ariel. Barcelona, España
[2] El Valor de Elegir. Savater, Fernando. 1ra Edición. 2003. Editorial Ariel. Barcelona, España